«Renata, desaparece!»

Renata una chica dulce y querida por todos los lugareños.
Hablaba con cada uno de ellos intentando siempre ayudar.
Su cara desprendía luz, tenía la piel blanca y el pelo negro rizado, estilo afro,con grandes ojos verdes y muy hippie ella.
Tenía el gran poder de empatizar y hacerles vibrar en confianza. En sus manuscritos contaba sus historias y a veces las historias de la gente, pero siempre siendo ella protagonista. No le gustaba involucrar a nadie y menos que nadie se sintiese ofendido por críticas de otros.
Justo hoy viernes a las 16h en la libreria de su pueblo irá a embriagar a los habitantes y a ese espacio con su voz y sus historias, para que se sientan cual mariposa soñadoras.
La hora llegó, la fila inundaba la acera, todos esperando con ganas de oírla.
Pasó la hora y Renata no llegó.
La incertidumbre crecía entre sus seguidores, ella siempre es puntual.
Su amiga, su fan número 1 empezó a llamarla pero nada,sin respuesta alguna.
Se montó en su coche y fue a su casa, la puerta estaba cerrada y si bici no estaba.
¿Donde está Renata?
Todo el pueblo empezó a buscarla. Y uno de sus lectores habló:
"En una de sus historias habla de un lugar a las afueras del pueblo que es mágico, vamos allí?" Y fueron en su busca.
Era un lugar increíble, una fina línea separa el cielo de la tierra, en lo alto de la montaña. Y justo allí a lo lejos la vieron, sentada en posición meditativa, observándolo todo. Aliviados corrieron a su lado. Ella les miró y simplemente dijo:
"Hoy día el peso de mi mente era grande y tenía que encontrarme desapareciendo."