Dicen Les Luthiers que un monólogo entre dos es un biólogo. Si yo ya soy biólogo, ¿cuando tenga pareja haré un trío?
Esas son las cosas que se me pasan por la cabeza cuando conozco a alguien que me gusta. Tal vez por eso no ligaba en los bares. Ah, pero vino la pandemia. ¡Bendita pandemia! Me abrí Tinder.
Chicas, chicos... spoiler alert: en Tinder hay gente no normal. Sí, sí, lo has leído bien. Hay gente normal (como las meigas, haberlas haylas), pero también hay imbéciles como yo. Estamos ahí, poniendo nuestra mejor cara de tontos para que todo el mundo sepa que no somos normales.
Si tú ves un cuerpazo, una cara bonita o una frase de Paulo Coelho, sospechas. Si ves un imbécil con la cara manchada de espaguetis con tomate piensas: "éste es de verdad". ¡Lo soy! Y, lo que es peor, quiero que lo sepas.
Ahí está el primer filtro. Si me das like, es que te gusta que sea imbécil. Entonces lanzo la red y el segundo filtro: Gifs.
No digo nada, sólo mando gifs. No quiero tener las discusiones absurdas sobre tortilla con o sin cebolla y pizza con o sin piña. Busco a alguien con quien pueda hablar sólo con gifs. Una tontería detrás de otra, pero con sentido. Si alguien pasa ese filtro, le cuento lo de Les Luthiers y los tríos.
Nueve de cada diez dentistas te van a quitar el match. Pero... has encontrado al dentista disidente. Y, cuando encuentras a tu dentista, sabes que el amor ha llegado a tu vida.
Yo lo he conseguido. Sí, aquí donde me veis. Encontré el amor.
Le invité a cenar y pedí una pizza Hawaiana.
Se marchó sin más. Resulta que hay conversaciones que sí son necesarias en Tinder.
Muy bueno!
Aaaay, el eterno debate de la pizza con piña nunca falla jajaja
PD: Apenas te contesta nadie, ni al de Dicaprio bebiendo vino... ¡ni siquiera a ese tan gracioso que sale bailando! ¿¡Qué especie de monstruo no contestaría ese?!