«Tras veinte años»
Querida Victoria:
¿Cómo estás? ¡Cuánto tiempo sin saber de ti! Lo último que recuerdo es esa escapada de una semana a Portugal que hicimos gracias a una oferta. ¿Te acuerdas dónde empezamos? ¡Acertaste, Estoril, donde el circuito de Motos! Recuerdo, además, que soñábamos con pilotar una de gran cilindrada; mi escudería favorita era Yamaha, tú eras más de Ducati. ¿Cuántos años teníamos? ¿Dieciséis? Edad quijotesca, hasta que te das de bruces con la realidad.
Cuando salí del instituto, me propuse estudiar ciencias tecnológicas por mi pasión hacia las motocicletas y así poder diseñar la más rápida del mercado; conoces mi afición por la velocidad. Sin embargo, fue mi talón de Aquiles. Desde entonces, esta depende de la maña desarrollada por mis brazos para quemar ruedas... las de mi silla. Sí, Victoria, te habrás quedado a cuadros. Pero no te entristezcas. Mi nueva condición me abrió muchas más ventanas que puertas me fueron cerradas.
Me pasó que a raíz de mi espíritu 'pole position', por poco atropellaba con mi silla, en plena Castellana, al que se convertiría en mi marido. ¡Tremendo espectáculo que le monté para solo disculparme! Ahí comenzamos a salir y... bueno. ¿Adivinas qué me reveló en una de nuestras citas? Resulta que compitió en la GP, pero a causa de una grave caída en una chicán... no te lo pierdas, ¡del circuito de Estoril!, las prótesis son la extensión de su movilidad, pero se enorgullece de ello, segue vivo.
Lo más importante que me dijo —y lo tengo grabado a fuego—, es que «pase lo que pase, lo que no tienes que perder es la movilidad en tu corazón, porque quien quiere, puede».
¡¿Y sabes?! Rehabilitación y Biomecánica mediantes, he conseguido dar mis segundos primeros pasos, en la mejor compañía.
¡Te espero en Los Ángeles!
Que estés bien.
Tuya,
Mía.
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Me quedo y guardo para no olvidar la idea "no pierdas la movilidad de tu corazón".
Un placer leerte, como siempre.
A seguir así!
Has definido a la perfección la realidad de la vida, jugando con las palabras.
Un giro final brutal!, enhorabuena.
Saludos Insurgentes.