Compuse una melodía
a mi esperanza vacía,
a mi ilusión por besarte
y, en mis sueños, conquistarte.
Puse en ella mi ternura
y mi pasión infecunda,
mil palabras y verdades
envueltas en mis pesares.
Versos lanzados al viento
en palabras que no tengo,
en un suspiro incesante
que no me permite amarte.
Una canción dirigida
a tu perfecta sonrisa
que hasta se antoja insaciable
para quien pueda besarte.
Un mensaje desvelado
a tus ojos azulados
que brillan como los mares
que en el abismo se baten.
Ese poema que escribirte
en aquellas tardes grises,
baldías e interminables
que eliminas al instante.
Una rima sin futuro
que se pierde en este mundo,
de descuidos y desmadres,
sin que nunca nada pase.
En mi piano se diluyen
los sentimientos que tuve
cuando buscaba en las calles
esa voz inigualable.
Esta voz que ahora no encuentro,
que no fluye desde dentro,
que perdí sin dedicarte
en, éste, mi último viaje.
Y ahora lloro arrepentido,
sabiendo que ya he perdido
aquellas notas que antes
no hacían sino agradarte.
Lágrimas de desconsuelo
que me dejan sin aliento
cuando deseo entregarme
a tus labios deslumbrantes.
Vuelve a mí rosa perfecta,
ven a mí tierna y risueña.
No te olvides de encontrarme
en mis palabras amables.
Me ha encantado, enhorabuena.
Saludos Insurgentes