La república de los dulces está situada en el punto más septentrional del continente azucarado. Aunque mayoritariamente habitada por los autóctonos azucarillos, conviven diferentes culturas. En la república también reside una extraña tribu con cantidad de personajes que curiosamente tienen valores glucémicos por debajo de 111.
A pesar de esta enfermedad realmente son felices. Con el paso de los años y la ayuda de especialistas, asociaciones, colegas y familiares se han adaptado y llevan vidas de lo más variopintas.
Cantidad de estos llamados agrios son muy valorados e incluso hacen con naturalidad todo lo que los azucarillos siempre han realizado sin aparente dificultad ni obstáculos. Muchos agrios, si se lo proponen, llegan tan alto o más que los azucarillos y desarrollan carreras profesionales dignas de admiración.
La influencer Azucarilla hace que los agrios intenten llevar un estilo de vida para incrementar sus niveles de glucemia. Pero… por más que lo intentan no pasan de la, para ellos, infranqueable mítica cifra del 111.
Como recuerdo en uno de mis post; el pueblo azucarado introdujo la harina más harinada a los primeros colonos agrios, un cereal blandísimo similar al trigo. Y también en YouTube subí como los primeros indianos agrios que trabajaron en los campos de azúcar para intentar aumentar sus glucemias.
Por otro lado, los azucarillos del sur extrañamente aman las barbacoas, evento que al principio no aumenta en exceso la glucemia, sin embargo, pasadas unas horas… ¡Aja!, con la influencia de la grasa proteína logra que sus valores estén por encima de 222.
Estas barbacoas también han terminado siendo trending topic en el pueblo agrio. Así, para deleite común, cada fin de semana soleado, grandes disfrutonas barbacoas humean a lo largo y ancho de nuestra república.
Salud y larga vida mis adorables agridulces.
Enhorabuena.
Saludos Insurgentes