Es tu cumpleaños, pero seguramente no te acuerdas. Durante estos últimos años he estado temiendo por cada segundo de tu vida, de nuestra vida. Durante todo este tiempo he visto como has ido olvidando cada cosa que hacíamos, cada momento que compartíamos. Y sí, cada noche me planteaba la posibilidad de que todo saliera mal. He vivido estos años con los nervios a flor de piel, intentando aceptar que un día como hoy llegaría. Me he pasado la vida asimilando que te estabas desvaneciendo frente a mí, te ibas poco a poco, siguiendo la suave melodía del piano. Actualmente un piano lleno de polvo, un piano abandonado. Vivía con la frustración constante de que llegaría un punto en el que tendría que despedirme para siempre. Me acabas de romper el corazón con una pregunta: ¿Quién eres?
Llevo meses pensando en como debo responderte a eso, planteándome todas las posibilidades, sabiendo que el momento llegaría. ¿Qué quién soy? Soy esa persona, soy el amor de tu vida. Soy la persona que estará hasta el final, esa persona a la que le brillan los ojos cada vez que te ve. En algún lugar remoto de tu ser, estoy segura de que esperabas ansiosa nuestro reencuentro, que todo fuera como antes. O quizá es lo que me obligo a creer. Ya no me quedan fuerzas, tú eras todo lo que tenía.
Me limito a sonreír y a entregarte el pastel, mientras observo como soplas las velas confundido.
Al fin y al cabo, nada vuelve a ser igual cuando estás en una situación de vida o muerte y lo último que te queda es la esperanza ciega del amor de tu vida a un paso de acabar con la suya.
Me ha encantado, enhorabuena.
Saludos Insurgentes
Un saludo.