«El mal rey y la alfombra»

Cuenta la leyenda, que en una ciudad del lejano oriente existió un rey bueno  que tenía un hermano más pequeño que él y que era todo lo contrario. 
cuando el viejo rey falleció, dejó escrito que fuera su primogénito el que continuará su reinado,  estaba seguro de que su hijo continuaría su legado de paz y bienestar en su pueblo.
 Su hermano pequeño, muerto de la envidia diseño un plan para conseguir que su hermano fuera destronado y él ocupará su sitio.
Años más tarde, el pueblo y los súbditos sufrían bajo la tiranía de su rey.
Cansados de la situación, decidieron los más cercanos al califa reunirse en secreto y urdir un plan para acabar con él.
Consultaron a la vieja hechicera, esta les dijo que en primer lugar buscarán al hermano desterrado y disfrazado de mercader llegara hasta palacio vendiendo alfombras.
así se hizo, el rey, se asomó al balcón al oír las voces del mercader de alfombras, eligió una, la hechicera observaba en la puerta como transcurría todo, cuando la tuvo en su poder, esparció por toda ella un frasco de un líquido que desprendía un embriagante aroma.
Esa noche al retirarse a descansar a sus aposentos el rey, se descalzo y caminó por la alfombra, aspirando aquel aroma.
Poco había dormido el rey cuando lo despertó con un gran zarandeo una figura que flotaba en el aire. El rey quiso gritar, correr, pero no pudo. Quién lo visitaba era su padre que le pedía que se arrepintiera de todo el mal que había echo.
El hijo, movió la cabeza negativamente, no se arrepentia de nada.
Al día siguiente,  la alfombra y el rey habían desaparecido de palacio.
cuenta la leyenda que a mucha distancia de allí unos tuaregs encontraron a un loco hablando solo, cargado con una pesada alfombra en mitad del desierto.