En parte entiendo tu rabia y que necesites vivir en soledad, pero no te olvides que tienes una familia que te necesita. No creas que porque sigamos trabajando las tierras o bebiéndonos un vino con nuestros amigos, nos hemos olvidado de lo que pasó. A nosotros también nos duele. Esa trágica noche se clavó una espina en nuestros corazones, pero nadie conseguirá que nuestras ideas, nuestros pensamientos y nuestras creencias cambien. Se seguirá celebrando Samaín lo quieran o no.
Y tú Kendall, tal como tu nombre lo indica, serás el jefe del valle. Entonces nos enfrentaremos a esos hombres. Mientras tanto, nosotros disfrutaremos al rededor del fuego, pensando en nuestros sueños, amando a nuestras mujeres y agradeciendo cada atardecer que nos regala la vida. Pero ahora hermano, levanta y acompáñanos. Juntos trabajaremos las tierras con las que nuestros padres nos sacaron adelante con su gran esfuerzo. Y juntos ganaremos esta batalla, si quieren una guerra la tendrán, pero cuando llegue el momento. Ahora debes recuperar tus energías, ganar fuerza, volver a brillar para que esta familia no se rinda y vuelva a mostrar su valía.En cada paso que des, recuerda la sonrisa de papá, y por cada manzana que recojas en esta cosecha, piensa en lo orgulloso que se sentirá por ti allá donde esté.
Tarde o temprano, los tiros y amenazas del pasado Samaín, serán olvidados por la gran fortaleza de nuestra familia. Y el fin de cada cosecha, será celebrado y admirado durante siglos.
Buena narración compañera.
La paciencia es la madre de la ciencia.
Saludos Insurgentes