Al entrar la vieja campanilla de latón se mueve con el movimiento de la puerta
El techo y algunos trozos de pared era de la roca natural donde estaba situada, pero el suelo, estanterías, vigas y mostrador eran de madera, muy antigua. En el aire, un aroma muy peculiar, olor característico de los libros, madera y café de puchero que solía humear en una antigua taza de hojalata.
Se cuenta, que cuando el imperio Romano invadió España, un famoso emperador, había llegado a este apartado lugar a reposar durante unos días. Se hospedó en una posada enclavada en la montaña con cuevas como aposentos. Una noche de desvelo, descubrió un lugar lleno de huecos en las paredes, como una colmena que había fabricado la propia montaña. Entusiasmado por el casual hallazgo, había mandado traer aquí pergaminos de sus mas inteligentes médicos con curas milagrosas para que nadie los pudiese descubrir, que quedaron centinelas guardandolos y que por eso existe ese apellido italiano en un pueblo castellano. La antiquísima librería solo pasa de generación en generación y que milagrosamente, siempre ha sido la familia más longeva del mundo.
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Me ha encantado, enhorabuena
Saludos Insurgentes