¡Qui cazzo! Io acababa de venir a España para hacer un programa de televisione, un reality show en el que me prometieron que tendría dinero y fama. Io estaba contento con eso, y tampoco esperaba más. Conocer bonitas muglieres con las que divertirme y pasar noches de fiesta, nada más.
El programa empezó con il presentadore hablando con todos nosotros, y metiéndose con me por mi escaso conocimiento del spagnolo, haciéndome preguntas y frases hechas que io no entendía un cazzo, y me dejaba cara de stulto. Io trataba de seguirle el juego, pero sólo tenía ojos para Idara, por lo que con el tiempo aprendí a ignorar y a centrarme en lo que realmente me importaba.
Durante días estuve rondando por allí donde Idara estaba, y enterarme de que ella tenía pareja fuera no me importó un cazzo, más cuando me fui dando cuenta de que era la favorita dil popolo, y tener una historia con ella podría aiudarme a quedar arriba del concurso.
Fui acercándome a ella hasta que durante una fiesta conseguí maracanazzo con ella. Entonces reaccionó de forma exagerada y comenzó a llorar y a repetir una y otra vez “Madre mía, madre mía, madre mía” hasta el punto de que se convirtió en un icono del concurso y le hizo ganar.
Yo ni siquiera llegué a la final, pero al conseguir hacerme su pareja, con el dinero y fama que había ganado, me di por satisfecho, ya que me garantizaría más programas de televisione y fama, y efectivamente, llegaron.
Pero con el tiempo llegó también la pandemia, e io preferí irme a mi país con mi familia antes que pasar la cuarentena con ella. Entonces montó un número público y rompió conmigo.
Ahora sigue hablando de mí y criticándome. La tua madre.
Bien relatado.
Saludos Insurgentes.