Querida amiga,
Hoy encontré en el cajón de mi cuarto un papel. El papel de la última vez que intenté escribirte y que arranque del diario. Estaba seco, pero mojado por las marcas de mis lágrimas. Hace mucho que no te veo, que no te siento, que no me sigues con tu mirada. Cada día que pasa tengo más miedo de escribirte, no sé si me sigues queriendo, no sé si soy lo suficientemente buena para ti. Siempre me he sentido feliz a tu lado pero me costaba entender porque insistias en estar conmigo. Mis amigas siempre me dicen que no te dé por perdida, aunque mi vida se haya quedado en el otoño. Que te busque, que te encuentre y no te deje marchar como aquella vez. ¿Te acuerdas? Desapareciste tras el primer golpe, que llegó envuelto en su desprecio, cuando me dijo que no valía para nada. Al mirarme en el espejo entendí que te habías ido y vi tu nombre en el cristal roto, que estaba igual que mi cara. Tus letras dejaron de llenar mis días, pero te escribo para que vuelvas a mi lado. Él te ahuyentó pero yo quiero que vuelvas. Quiero que sepas que he ganado la batalla. Intenta volver, que yo lucharé por no dejarte marchar, te espero mi querida AUTOESTIMA.
Con amor,
De tu alma malherida.
Enhorabuena!