«Querida jefa.»

Querida Jefa, está postal que ahora estará leyendo es el primer destino de lo que a partir de ahora va a ser mi nueva vida. Gracias a usted.
después de diez largos años trabajando a sus órdenes, por fin llegó mi recompensa.
Me la imagino en estos momentos como una gran loca posesa despotricando por su despacho, jajaja, perdón, me da la risa ,
cálmese, yo no le he robado nada. Usted que tanto sabe de números y ganancias, haga las cuentas.
Diez años trabajando " bajo su yugo, sólo le faltaba el látigo" con un contrato de administración en su empresa, ocho horas que siempre se convertían en trece, catorce o quince porque " chica de recados, asistenta de su hogar etc...."eso, querida jefa, nunca me lo pagó.
En fin, que esa mañana que me "ordenó" hacer todo lo que a usted tanto la alteraba, el trabajo de calle, ya sabe, ir a la tintorería, al mercado, floristería y por último: " que no se te olvide la primitiva".
Como puede ver, no lo olvidé y esa noche, cuando ya pude sentarme a descansar, la televisión me cantaba los números ganadores, le juro que hasta ese mismo instante ni lo recordaba. Me sonaron los números que aparecian en el televisor. Busqué el boleto.... Y lo demás ya lo sabe, por cierto, la pagué de mi escueto sueldo, ya me entiende.
Me despido de usted, querida jefa.....
Sin rencores, le deseo una muy buena y larga vida. Hasta nunca