Tú que ponías flores a los suicidas... dime: ¿Por qué te olvidaste de mí?, prima.
Mírame, coleccionando errores como Vincent, perdiendo la cordura, abrazando la locura, soñando con abrazar tu cintura.
Es por tu dulzura que he perdido la cordura, yo que te llevé rosas a la puerta de tu casa y las tiraste a la basura, a la basura...
Tú que ponías flores debajo del viaducto para los suicidas, dime: ¿Por qué te olvidaste de decorar mi tumba?, prima.
Mírame coleccionando errores como Vincent, perdiendo la cordura, abrazando la locura, soñando con abrazar tu cintura...
A veces me siento insignificante, yo que convertía el agua en vino antes...
Mi cuerpo alegre caminaba porque contigo me ilusionaba...
Cenicienta al estilo contemporáneo, caminando por el vecindario, brillando, deslumbrando.
Viene del mismo infierno, pero trae la salvación para los que están a su alrededor,
aunque a veces causa decepción. Acuérdate, aquella tarde en el parque que intentaste esquivarme.
Caminando entre rosas eras una más, intenté cogerte, pero me clavé tu espina, prima, y comencé a sangrar.
Te dejaste los zapatos por el camino, te los llevé a tu puerta, pero no los has recogido, volver a calzarlos no has querido... o los has perdido.
En mi interior siento un crujido, cuando pienso que es a otro al que siempre has querido.
Siempre nos quedará Jarazmín, las veces que te hice sonreír, eso se queda para mí.
Siempre me quedará la luna, la noche oscura, rosas en la basura...
Siempre nos quedará Jarazmín, las veces que te vi sonreír, eso se queda para mí.
Siempre me quedará la luna, la noche oscura, rosas en la basura...
