Sus primos eran sus compañeros de aventuras. Siempre que se juntaban se divertían con los pocos lujos, pero con la libertad del lugar. En aquel lugar no había cobertura móvil excepto en lugares señalados y sin moverse para no perderla, eso proporcionaba mayor tranquilidad.
Había un hórreo bastante cerca el cual cada verano se convertía en un club de reuniones, donde se juntaba y se estaban horas jugando a juegos de mesa, leyendo o simplemente hablando de todo lo ocurrido en el tiempo que llevaban sin verse.
Los animales eran libres por los caminos y los montes de alrededor. Cuando se iba de paseo por la zona era una odisea para Lucas, la mayoría de veces se encontraba animales en mitad del camino cortando por completo el paso. Lucas retrocedía e intentaba acceder por el camino contiguo y volvía a encontrarse de nuevo con vacas o caballos.
Al final optaba por retroceder y apartarse de ellas, mientras se sentaba en alguna roca a esperar a que el camino quedará libre o con un poco de suerte a que su padre fuera a buscarlo al ver que no regresaba.
Todos se conocían y aunque Lucas no sabía quién eran, todos sabían quién era él y "de quién era" así se hace referencia en Galicia al nombrar de quién desciende la persona.
El mes de agosto era el que mejor se lo pasaba Lucas, siempre había fiesta en algún pueblo cercano, habían atracciones, conciertos, comidas en el campo, misas,... Era diversión continúa con sus primos y sus pocos amigos.
Pocos amigos, si. Como he dicho al principio, era un niño bastante tímido. Le costaba hacer amigos y cuando conseguía hacerlos ya le tocaba regresar a su vida habitual sin poder reforzar esa relación y sin perder el contacto.
Los años pasaban y Lucas se daba cuenta que si timidez no jugaba a favor de él. Realmente, quería llegar a la aldea y relacionarse con sus primos y amigos. Los cuales veía desde el primer instante en juntanzas o comidas, pero por más ganas que le pusiera le costaba demasiado.
Pero, llegó el día en el cual dio un cambio radical. Sabía lo que quería. Aunque hasta el momento no pudo conseguirlo.
Tenía que conservar a sus amigos como fuera y no esperar al último día para retomar la relación del año anterior por mucho que le costará.
Ahora Lucas ya es mayor y conserva a sus amigos de vacaciones, sin vergüenza ni timidez alguna, desde el primer instante. Pensando en todo el tiempo perdido en su niñez esperando a los últimos días para retomar las relaciones que tanto le costaba hacer.
Debido a su vida habitual no los ve tanto como quisiera, pero gracias a métodos de comunicación que antiguamente no habían es mucho más fácil para él seguir manteniendo una relación y volverse a reencontrar como si no hubiera pasado el tiempo entre ellos.
Precioso relato, lleno de amistad, ternura y amor.
Saludos Insurgentes