Una vez fui humana.
Cuando salí del útero de mi madre, era una niña normal. Fea como un orco, pero más humana de lo que lo he sido jamás.
Con unos cinco años, mi prima ya abusaba de mí en el lavabo, mientras se frotaba su pelvis contra la mía. Mi hermano solía jugar con su mejor amigo y con la hermana de este (que tendría mi misma edad) y conmigo a médicos, con lo que ello implicaba; besos, caricias, tocamientos, exploración, sexo oral.
Con ocho, ese mismo "amigo", me violó una tarde, mientras esperaba a mi hermano. Cuando se lo pude contar, me contestó que, sí se lo decía a los papas, la paliza iba a ser descomunal.
A Los diez, jugaba con los vecinos más pequeños, a los mismos juegos que me habían enseñado a lo largo de mi infancia.
A los doce, varios compañeros del colegio me pillaron en los lavabos y me obligaron hacer cosas que no quería hacer.
A los catorce, jugué con mi "hermanastro" de ocho, igual que hicieron conmigo. Hoy me siento culpable por si su condición sexual ha tenido algo que ver.
A los veintiuno, un amigo de mi tío me tuvo retenida 3 días, atada, amordazada y abusando de mí como quiso.
Consumí cantidades ingentes de drogas. Tantas que perdí completamente la razón.
Después de eso, me dediqué a matar perros y gatos callejeros de las maneras más atroces que se me ocurrían. Algún pájaro también sucumbió a mis encantos.
Ahora, a mis cuarenta años, me dedico a torturar, mutilar, violar a hombres y mujeres sin excepción.
Les hago cosas que jamás prensaríais que soy capaz de hacer.
Me encanta que llegue Halloween, para pasar inadvertida por la calle, en busca de mi siguiente víctima...
Soy el peor monstruo que te puedas encontrar… Mi familia está a salvo, la tuya no... ¡Ten cuidado!
Lo de que la realidad supera a la ficción es real y en este relato desgraciadamente así se demuestra.
Qué triste!
Enhorabuena amiga.
Saludos Insurgentes
Uno de los candidatos a erigirse ganador del presente certamen.
Enhorabuena.
Relato votado.