—¡Va a nacer, va a nacer! ¿Dónde esta el nahual?—gritaba Iktan mientras recorría el espacio entre las chozas desesperado.
—Tranquilo, espera. Está en la torre.— Lo detuvo Zaázil, intentando tranquilizarlo.
El nahual no solo ejercia de curandero y matrona, sino que era tambien oráculo y sacerdote..
—Pero debe venir, mi hijo va a nacer, le necesitamos, Yatzil esta muy dolorida, no aguanta más —le imploró nervioso Iktan.
—Deja que yo vaya a ayudarte, los exploradores han visto unas extrañas formas en el horizonte, dicen que parecen tres grandes monstruos surcando los mares, y el nauhal ha subido para preguntar a los dioses.
Volvieron corriendo a la choza donde Yatzil gritaba de dolor, se oía desde fuera. Antes de adentrarse pudo escucharse el llanto de un niño. Zaázil miró a Iktan sonriendo y entraron raudos.
En el suelo su esposa yacía con un bebé en brazos. Iktan se acercó, tocó la frente perlada de sudor de su compañera y cogió al bebé que ésta le tendía exhausta.
Iktan salió de la choza con su hijo en brazos mientras Zaázil limpiaba a Yatzil y la obligaba a tumbarse.
El sol del mediodía reinaba sobre el poblado y los demás empezaron a acercarse a Iktan alegres por la llegada del recién nacido. Entre ellos, uno comentó: «El nauhal ha mandado a los vigilantes a la orilla para que nos avisen. Hemos de prepararnos para darles la bienvenida a quienes surcan el mar. Los dioses le han dicho que no temamos a esos seres, que nos traen regalos y prosperiodad.
—Regalos... —murmuró Iktain acunando a su bebé.—Te llamaré Itzae, regalo. Seguro que hoy es un día que todos recordaran.
Se ve que a Aldomdiaz no le están gustando mis observaciones en este reto y está llenando los tablones de comentarios con quejas sobre mí. Lamento que haya pasado así contigo, porque este espacio está reservado para tu relato y para ti. Por supuesto, el mío está disponible para que tanto tú como Aldomdiaz lo comentéis como consideréis conveniente (De monstruos y dioses). Invito sobre todo a este último a que escriba las observaciones dirigidas a mí allí.
De nuevo, enhorabuena por tu relato y un abrazo :)
El título me ha encantado.
Enhorabuena.
Saludos Insurgentes.