No reescribas el legado
En la sala de los Phisher se podía oler todavía los restos de la cena y el suave olor del roble quemándose en la chimenea. William Louis dormía tranquilamente en el regazo de su madre, quién no despejaba ojo de las hazañas de Hercule Poirot. La abuela de la familia observaba el fuego con una extraña melancolía. Mientras que Joseph presionaba suavemente el hombro de su pareja, para que soltara lo que llevaba meses ocultando a su familia. Matilda, le miró, él confirmó, entonces ella habló.
—Padre—. El fiscal general del estado de Thurney, subió la vista del periódico ante la llamada de su hija menor—. Necesita saber algo, padre.
—¿Qué necesito saber, Matilda?—. La relación del fiscal Phisher y la menor de sus hijas era bastante mejorable. Para él ella era demasiado sentimental y poco racional.
—He decidido tomar iniciativa en mi, desde luego no negociable, decisión. La empresa queda a cargo de Miara. Yo me retiraré del negocio familiar. Quiero dedicarme a mis versos y a mis prosas...
—¿Y después qué? ¿Una casita en un bosque encantado? ¿Una famila abandonada? ¡¿Un legado sin completar?! ¡Ya hemos hablado sobre esto, Matilda!
—Pero, padre yo…
Tak tak
Dos limpios disparos resonaron.
El fiscal retomó su periódico.
—Una pena, mi hija ha escapado sin dejar rastro junto a su pareja…
Miara suspiró, el único que podría resolver ese crimen era Hercule Poirot, y ni siquiera existía.
La abuela se limitaba a pensar en la cantidad de ceniza que le iba a tocar recoger, esta vez eran dos cuerpos...
Buen relato, aunque hay alguna tilde que se ha escapado a la corrección.
Enhorabuena 😉👍🏼