—¡Por fin!
...
—Casi que no llegas.
...
—¿Que de qué mierdas hablo?... ¡Jo! Como si no supieras que, si no te hubiera invocado, ¡ni para Navidad! habrías aparecido.
...
—Pero bueno, lo importante es que ya estás aquí... Y juntos completaremos este maldito reto, a ver si logras salir con vida.
...
—Ja, ja, ja... Me encanta cuando palideces como ratón de panadería. Pero no perdamos más tiempo porque, tiempo, precisamente, es lo que no tenemos.
...
—Antes que nada, necesito que borres esa sonrisita de vendedor de Herbalife porque, lo que vamos a...
...
—¡Woow! ¿Es en serio...?
...
—No tienes ni puta idea de qué estoy hablando, ¿verdad?
...
—A ver, cariño..., que a lo mejor crees que estás acá por casualidad, y por lo de siempre: para escoger una de las tres caritas amarillas, mientras tus horripilantes lombrices se siguen retorciendo, ilusionadas con que, al fin, vas a ser el más votado del ludus, ¿no?
...
—Pues no. No te atraje para eso... Hoy te he convocado por cosas más importantes. Y ahora que he captado tu atención, necesito que espabiles. ¿Capisci?
...
—Bien... Me creas o no, que me da lo mismo, lo importante es que no entres en pánico. A partir de este instante, en algún momento de la noche, percibirás un leve zumbido, casi inaudible, y un frío lacerante en los huesos... Y entonces, lo que siempre te ha aterrado, aparecerá justo detrás de ti, con ganas de devorarte.
...
—Je, je, je... Te cuesta creerlo, ¡se nota!... aunque tu ceño fruncido y tu nuca erizada dicen lo contrario.
...
—Vale... Tal vez necesites que tu corazón se acelere un poco más, para que elimines de tu rostro esa tonta expresión de recién casada.
...
—Mira tu reloj.
...
—Anota la hora en la caja de comentarios... Sí, ahí abajo.
...
—Bien... Ahora dale enviar.
...
—¡Qué obediente!
...
—Y para terminar, refresca la pantalla con F5 o Cmd+R
...
—Perfecto... ya puedes mirar lo que hay detrás de ti, mi amor.
Enhorabuena!
Saludos Insurgentes.