Sábado al mediodía - Pablo Malagón
Pablo Malagón

«Sábado al mediodía»

299 palabras
2 minutos
35 lecturas
🔪 Cuenta lo que pasa en la cocina mientras algunos de los presentes tratan de calmarse.
El olor del cocido recién terminado inunda la casa, es sábado al mediodía y tres platos de sopa humean en la mesa mientras la madre llama al hijo y esperan el sonido de las llaves abriendo la puerta de entrada. El padre es tan puntual para marcharse como para regresar. Cada sábado baja al bar a tomar café y termina la mañana bebiendo cerveza y jugando una partida de mus. El chico, que ya ha dormido en tensión después de la noticia de anoche, espera a que su padre rompa el silencio y le diga de una vez qué es lo que piensa. Pero la sopa no viene con reproches y, esta vez, las cervezas no vienen con gruñidos. Ha regresado con su ritual de siempre y no ha abierto la boca mientras se sentaba a la mesa para la comida de los sábados en familia. Es el único día de la semana que puede disfrutar de los suyos y aún no sabe qué tiene que decir. Mañana vendrán sus cuñados para comerse la paella y hablarán de lo necesario que es el partido de ultraderecha al que votarán todos de nuevo en las próximas elecciones. Y el chico guardará silencio cuando le preguntasen por sus novias y no les contará que en realidad es homosexual. Y él apretará los puños, como hace ahora, y encenderá la garganta. Pero cuando levanta la mano descubre el miedo en la mirada de su hijo y una súplica en el rostro de su mujer. Los dedos, juguetones, alborotan el pelo del chaval y su frase le aconseja visitar al peluquero. Se sirve un plato de garbanzos y sigue comiendo en silencio. Las cosas son como son y lo importante es que siga habiendo un cocido en la mesa cada sábado al mediodía.
Pablo Malagón
Madrileño, cuarentón, padre, administrativo y aspirante a escritor en los ratos libres.
Miembro desde hace 4 años.
50 historias publicadas.

Para dejar un comentario, inicie sesión
JF
Javier Fonseca Fisterre
24 oct, 00:23 h
La importancia de entender el silencio y callar lo que debería verbalizarse. La mesa siempre es lugar de reunión familiar (casi obligada) para el intercambio de respuestas a las preguntas del día a día. Ahí es donde se puede ver quién come hablando y quién come en silencio, lo que deja abierto el camino al interés por el resto de comensales.
Buen relato.
Pablo Malagón
25 oct, 08:27 h
La comida de los sábados suele ser la única en toda la semana en la que se reúne el núcleo familiar. En ella se dirimen muchos temas y se trazan muchas líneas. Muchas gracias por tu comentario.
Jose R.G.
24 oct, 11:44 h
Buen relato.
Pablo Malagón
25 oct, 08:27 h
¡Gracias!
Héctor Peña Manterola
24 oct, 19:23 h
Duro, pero bueno. Enhorabuena compañero.
Pablo Malagón
25 oct, 08:28 h
Muchas gracias.
Anastasia Sopale Thompson
25 oct, 15:40 h
Pues aunque parezca contradictorio, una discusión de silencios es mucho más elocuente que las que baten récords en decibelios, Pablo. ¡Cuánto aporta el paralenguaje! Felicitaciones.
Pablo Malagón
25 oct, 15:44 h
¡Así es!
Muchas gracias por tu comentario.
elinsurgentecalleja
27 oct, 01:15 h
El cuento de nunca acabar... La vida del personaje es la misma de tantos y tantos...

Con relatos como este se reivindican el el respeto y la falta de empatía, de esta nuestra sociedad podrida.

Enhorabuena.

Saludos Insurgentes.
Pablo Malagón
27 oct, 09:52 h
La sociedad está podrida como colectivo, pero a nivel individual cada uno encontramos nuestro particular refugio en el núcleo familiar. Y pobre del que no lo haga.
Gracias por tus palabras.
Ismael Salvador
28 oct, 12:17 h
Solo digo que antes de llegar a la frase ya...

"vendrán sus cuñados para comerse la paella..."
"en realidad es homosexual".

Sabes perfectamente que no he leido paella, ¿verdad?

¡Fuerte ahí, Pablete!
Pablo Malagón
28 oct, 12:42 h
Jajajaja.
El poder de la sugestión. El juego de palabras está ahí.

Gracias por tu comentario!!
Otras historias participantes en este reto
  • «EL SEÑORITO» , de JUAN JOSE ROBLES Leer »

  • «De lo que aquí en adelante me sucediere...» , de Jose R.G. Leer »

  • «Diario apócrifo de una escritora» , de Fortizperez Leer »

  • «Ay, si la Carmen nos oyera...» , de Esmeralda Fleitas Leer »

  • «Bordando historias» , de Celia García Mendieta Leer »

  • «Las paredes de la cocina» , de Galaguzmandrades Leer »

  • «ALGUIEN NOS RECORDARÁ, LO AFIRMO, INCLUSO EN OTRO TIEMPO» , de Jaime Cenalmor Leer »

  • «Las moscas de mi familia» , de Luis Mariano Estela Aldana Leer »

  • «NO TE IRÁS NUNCA ¿VERDAD?. ME QUEDARÉ HASTA QUE CAMBIE EL VIENTO» , de Pedro Gálvez Rando Leer »

  • «Prólogo» , de Antonio Otero Fernández Leer »

  • «...y parió la abuela» , de Israel Gago Caballero Leer »

  • «Va de tostadas la cosa...» , de Anastasia Sopale Thompson Leer »

  • «El legado de una sabia frase» , de Jose R.G. Leer »

  • «Mijita» , de Eugenio A. García de Paredes Pérez Leer »

  • «Letra pequeña» , de Jose R.G. Leer »

  • «La importancia de saber dar una noticia» , de María Caballero Leer »

  • «Mundos paralelos» , de Javier Fonseca Fisterre Leer »

  • «¡Los sueños son para cumplirlos!» , de elinsurgentecalleja Leer »

  • «Reserva de opinión» , de Celia García Mendieta Leer »

  • «Sin nombre de mujer» , de Patricia Zamorano Granados Leer »

Recompensa
+ XP
Acumulas XP y estás en nivel
¡Gracias!