«Título»

El pequeño pueblo de Villavieja hace honor a su nombre. Es tan antiguo que sus calles parecen un set de televisión, lleno de callejones y casas viejas. En los últimos años, Villavieja cada vez es más Villavacía, porque la gente se marcha a la ciudad en busca de oportunidades, o en busca de caras nuevas que no hayan visto toda la vida.

Pero aún hay algunos que se quedan. Hay quienes han vivido toda la vida aquí, y no pueden imaginar vivir en ningún otro lugar. Una de ellas es la vieja Morgana.

La vieja Morgana lleva siendo la vieja Morgana toda la vida. Ni siquiera el alcalde la ha conocido nunca como la joven Morgana, o como la niña Morgana. Tampoco la había conocido así el padre del alcalde, ni tampoco el padre de este.

La vieja Morgana también lleva toda la vida siendo la dueña y única empleada de El Rincón de las Letras. Una librería encajada en un pequeño rincón del pequeño pueblo, entre dos edificios tres pisos más altos que ella, inclinados hasta parecer que se están besando. Su edificio es igual de antiguo que el resto del pueblo, pero hay quienes dicen que esto no siempre fue así. Sus cimientos son mucho más antiguos, y el único motivo por el que no conserva su aspecto original es por un terrible incendio que ocurrió hace tantos años, que la única que estaba ahí para verlo era la propia vieja Morgana.

Si le preguntas, la vieja Morgana no te contará nada ninguna historia. Simplemente te dirá que un día se dio cuenta de que tenía tantos libros, que lo natural era compartirlos.

Después, te dará un libro de su colección. Y a cambio, sólo te pedirá que le cuentes tú una historia.